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Una pyme palentina tras el primer envase biodegradable para el agua mineral

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La directora general de Agua Palentina, Paqui Cano, con sus productos. | Brágimo
• Desarrolla un recipiente de plástico orgánico con materia vegetal
• Es resistente, se degrada y no migra propiedades al agua
Alicia Calvo Olcese | Valladolid
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En los últimos años la batalla contra el plástico se ha tornado cada vez más evidente. Algunas empresas cambian los envases tradicionales de plástico, como las bolsas, por otros más ecológicos.
Una pyme de Palencia aborda el principal problema que tiene el agua embotellada: "Que para trasladarla necesita recipientes y envases altamente contaminantes".
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La compañía Agua Palentina se encuentra inmersa en el desarrollo de envases biodegradables para el agua, que sustituyan al cristal o plástico utilizados en la actualidad, que tienen "un ciclo de vida muy extenso y contaminante y un reciclaje costoso".
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El 'bioenvase' "estará listo en 2010" y sus investigaciones han requerido 600.000E
Previsiblemente, el 'bioenvase' "estará listo a lo largo de 2010". Esta entidad comercializa agua recogida en el manantial 'La cueva' de la montaña palentina, bajo el nombre de Fuente de Lebanza.
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Con el objetivo de disminuir su huella medioambiental y preservar las propiedades naturales del preciado líquido, investiga un 'bioplástico' para trasladar el agua. Este material vegetal, una vez utilizado, se puede degradar fácilmente, "convirtiéndose en una materia que vuelva al ciclo natural de la tierra y sirva incluso como abono".
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La directora general de la compañía, Paqui Cano, explica que su pretensión es conseguir un plástico orgánico "que aporte estabilidad al producto, que no migre componentes al agua y minimizar su impacto ambiental" para "mejorar la calidad, la sostenibilidad y que el agua se conserve siempre pura y natural en el más alto grado".
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La máxima dirigente de la empresa asegura que uno de los principales retos a los que los investigadores se han enfrentado es que "el agua es el disolvente universal" y, para tratar de preservar sus propiedades, el bioplástico (o biopolímero) empleado debe de ser a la vez resistente y mantener "el sabor, los nutrientes, su pureza y virginidad".