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Greenpeace bloquea el transporte de carne de ballena en el puerto de Rotterdam

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(AMAZINGS)

Al igual que las polillas del gusano de seda o las arañas, las larvas de la frigánea tejen seda, pero lo hacen bajo el agua en lugar de en tierra firme. Ahora, unos investigadores de la Universidad de Utah han descubierto por qué la seda de la frigánea es pegajosa cuando está húmeda, y cómo eso podría hacerla valiosa como adhesivo durante intervenciones quirúrgicas.La seda de la larva de frigánea podría algún día resultar útil como bioadhesivo médico para pegarse a tejidos húmedos.

Russell Stewart, profesor de bioingeniería y autor principal de un nuevo estudio sobre las propiedades químicas y estructurales de esta seda, lo concibe como una especie de tirita húmeda, utilizable quizá internamente en la cirugía, y que, con tanta facilidad como se usa la cinta adhesiva, se podría aplicar para cerrar una incisión, en vez de tener que emplear sutura.

Pegar cosas bajo el agua no es fácil. ¿Alguna vez ha intentado colocarse una tirita en la ducha? Este insecto ha estado haciendo algo comparable, desde hace entre 150 y 200 millones de años.Hay miles de especies de frigáneas en el mundo. Debido a que las frigáneas son devoradas por las truchas, los pescadores las usan como cebos. Algunas especies pasan su estado de desarrollo larvario bajo el agua, y construyen una envoltura o refugio en forma de tubo de 2,5 centímetros de largo alrededor de sí mismas, usando su seda pegajosa y granos de arena o trocitos de piedras.

Las frigáneas acuáticas, las mariposas y las polillas divergieron a partir de un ancestro común productor de seda hace entre 150 y 200 millones de años. Las frigáneas ahora viven en muchas partes del mundo, desde cauces con rápidas corrientes hasta pantanos tranquilos.

La amplia presencia de las frigáneas en hábitats acuáticos tan diversos se debe sobre todo al uso intensivo que hacen sus larvas de la seda subacuática para construir complejas estructuras destinadas a su protección y a la recolección de alimentos.

Stewart y Ching Shuen Wang, que trabaja en el laboratorio de Stewart, estudiaron larvas de la especie de frigánea B. echo, procedentes de una zona de un río cerca de Salt Lake City.

El estudio ha incluido un análisis detallado de la química y la estructura de la seda de la frigánea, mostrando cómo ésta es similar a la que producen los gusanos de seda para su uso en tejidos textiles, e incluso a la seda de las telarañas, pero con ciertas adaptaciones para que funcione bajo el agua.

Fuente: AMAZINGS