Beatriz Guajardo Peredo
En poblaciones rurales, al igual que en las ciudades, la presión en la demanda del recurso hídrico va en aumento, así como el incremento de la contaminación. La competencia por su aprovechamiento propicia tensión y conflictos sociales. Para solucionar estos problemas, se requieren estructuras de organización que funcionen con eficacia, lo cual es difícil de lograr.
Una opción que ha venido funcionando en áreas rurales es la captación y almacenamiento de agua de lluvia en tanques cisterna a nivel vivienda y comunitarios, con la salvedad de que el recurso es gratuito y el cuidado y mantenimiento de la infraestructura son mínimos.
En el tercer año de actividades de implementación de tecnologías apropiadas en la Huasteca potosina, se puede apreciar un impacto positivo tanto en la población receptora como en el medio ambiente. El beneficio de contar con más agua al tiempo que disminuye la extracción de las fuentes subterráneas y superficiales propicia que varios factores se disparen como la disminución de enfermedades gastrointestinales relacionadas por la ingesta de agua contaminada. De esta manera se apoya a las familias al tener un ahorro en salud, es decir, mayor productividad económica, así como mayor educación ambiental, lograr una vida menos difícil ya que se propicia un cambio en los hábitos de acarreo de agua y el manejo adecuado de la misma, además del beneficio al ecosistema.
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