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De la sociedad de la información a las sociedades del conocimiento

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teclas“Una sociedad del conocimiento, es una sociedad que se nutre de sus diversidades y capacidades”.

(UNESCO)

No podemos negar los cambios y transformaciones en la forma de trabajar y en la manera de comunicación e interacción entre los diferentes grupos sociales que han influido a la sociedad y, en especial, a la sociedad mexicana debido en gran medida a las nuevas tecnologías de la información y comunicación, (TIC’s).

El uso de Internet facilita el acceso y la recuperación de información que se requiere en esta época; las TIC’s han sentado las bases para la sociedad de la información y han dado paso a la globalización de la información que debería estar al alcance de todos.

La sociedad de la información se ha relacionado con la idea de innovación tecnológica, canales de transmisión de datos y espacios de almacenamiento sin considerar a la persona y el hecho de que sea sociedad en singular, da la impresión de que se tratara de una sociedad mundial uniforme y que ésta se determina en función de la información.

Para Antonio Pasquali (2002)[1]: “Informar connota por lo esencial mensajes unidireccionales causativos y ordenadores con tendencia a modificar el comportamiento de un perceptor pasivo”. Podemos reducir la información al proceso de captar, procesar y comunicar lo que se considere necesario.

Se ha considerado que las revoluciones tecnológicas determinan el rumbo del desarrollo y están relacionadas con la economía mundial, y su desarrollo es orientado por juegos de intereses.

Para los países desarrollados, la transición hacia la sociedad de la información fue esencialmente una cuestión de tiempo y de decisión política que crearon las “condiciones habilitadoras” adecuadas, no así para los países en vías de desarrollo.

También ha cambiado la transmisión y tratamiento de los conocimientos, lo cual nos ha puesto en la nueva era digital del conocimiento.

La UNESCO ha desarrollado una reflexión en torno al tema que no esté relacionada exclusivamente con la dimensión económica; se ha preguntado ¿qué debemos hacer ante los desequilibrios que existen en el acceso al conocimiento y ante los obstáculos que se oponen a él, tanto a nivel local como mundial?

Es consciente de que el conocimiento se ha convertido en objeto de inmensos desafíos económicos, políticos y culturales, hasta tal punto que las sociedades bien pueden calificarse de sociedades del conocimiento.

Es por eso que “el concepto de ‘sociedades del conocimiento‘ es preferible al de la ‘sociedad de la información‘ ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. (…) el conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad”.[2]

Las sociedades emergentes no pueden contentarse con ser meros componentes de una sociedad mundial de la información y tendrán que ser sociedades en las que se comparta el conocimiento, a fin de que sigan siendo propicias al desarrollo del ser humano y de la vida.

Para el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, es necesario: “Poner de manifiesto la necesidad de sentar las nuevas bases de una ética que oriente a las sociedades del conocimiento en su evolución. Una ética de la libertad y de la responsabilidad, que ha de basarse en el aprovechamiento compartido de los conocimientos”.[3]

El Primer Informe Mundial 2005 de la UNESCO, deja claro que, entre otras cosas, las sociedades del conocimiento deben:

Garantizar el aprovechamiento compartido del saber.

Poder integrar a cada uno de sus miembros y promuevan nuevas formas de solidaridad con las generaciones presentes y venideras.

Comprender dimensiones sociales, éticas y políticas incluyentes.

Considerar que los valores y las prácticas de creatividad e innovación desempeñen un papel importante.

Propiciar a que todos aprendamos a desenvolvernos con soltura en medio de la avalancha aplastante de informaciones.

Permitir desarrollar el juicio crítico y las capacidades cognitivas suficientes para diferenciar la información “útil” de la que no lo es.

Permitir tomar conciencia de los problemas mundiales.

Ser fuente de desarrollo para todos.

Un elemento central de las sociedades del conocimiento es la capacidad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano. Estas sociedades se basan en una visión de la sociedad que propicia la autonomía y engloba las nociones de pluralidad, integración, solidaridad y participación.

Sabemos que el conocimiento es una poderosa herramienta de lucha contra la pobreza que propicia el crecimiento y desarrollo de la persona, que evita que se caiga en asistencialismos, que logra que se puedan exigir situaciones más dignas de trabajo, vivienda, salud y educación que propicia el poder alcanzar el fin último de cada persona.

Trabajemos todos por sociedades del conocimiento que reconozcan la heterogeneidad y diversidad de todos los grupos humanos, en los que las TIC’s sean medios para el desarrollo de México. Que sepamos utilizar la comunicación como un proceso participativo e interactivo y que el conocimiento sirva como una construcción social compartida por el bien de nuestro país.

Gabriela Pacheco – IMDOSOC

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[1] Pasquali, Antonio (2002) “Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información: Dos precauciones a tomar”, en Comunicación y Ciudadanía.

[2] Abdul Waheed Khan (subdirector general de la UNESCO para la Comunicación y la Información) en Towards Knowledge Societies. Una entrevista con Abdul Waheed Khan,World of Science Vol. 1, No. 4 julio- septiembre 2003, p. 15. UNESCO’s Natural Sciences Sector.

[3] Matsuura Koichiro. Hacia las sociedades del conocimiento. Primer Informe Mundial 2005. UNESCO, p. 6.

 

Fuente: imdosoc