Los derrames petroleros son de los accidentes más destructivos y frecuentes que el hombre entrega a la Tierra. Han surgido decenas de soluciones creativas para resolver tal impacto, desde cabello hasta arena, pero ahora un equipo del MIT propone hacerlo magnéticamente.
La técnica es muy sencilla: se mezclan nanopartículas ferrosas repelentes al agua con el petróleo, convirtiéndolo en un ferro-fluído, un líquido que reacciona ante los campos magnéticos, para posteriormente utilizar magnetos que extraigan el petróleo del agua.
De acuerdo por lo publicado por el MIT, mezclar las nanopartículas con el petróleo no es problema, porque al ser repelentes al agua, las nanopartículas se depositan en un entorno oleaginoso.
Además, las nanoparticulas pueden ser posteriormente retiradas del petróleo y recicladas para ser utilizadas de nuevo. Todo mediante fuerzas magnéticas, nada diferente de la tecnología que utiliza el imán de la carnicería para quedarse pegado al refrigerador.
La tecnología ya fue probada a bajo escala y resultó ser muy eficiente y sencilla de implementar. Afortunadamente no ha sido necesario utilizar el método en una catástrofe de verdad, pero es importante que la tecnología esté preparada ante tal eventualidad.
Fuente: esmas
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