Sandra Vázquez Villanueva, Dante Sinohé Hernández Patrón y Erick Cervantes
Antecedentes
De los diagnósticos en materia de agua y saneamiento en comunidades de los Altos de Morelos realizados en 2007 y 2010, específicamente en comunidades marginadas de los municipios de Huitzilac, Tepoztlán, Tlalnepantla, Atlatlahucan y Totolapan, se determinaron acciones para mejorar el abastecimiento del agua y promover el aprovechamiento y tratamiento del agua residual.
Entre las comunidades de estudio se encuentran: Coajomulco, Fierro del Toro (municipio de Huitzilac); el Vigía y el Pedregal (municipio Tlalnepantla); San Juan Tlacotenco, Santo Domingo Ocotitlán, y Tlaltépetl (municipio de Tepoztlán); Villa Nicolás Zapata y Nepopualco (municipio de Totolapan) y Col. Pozo Mancera (municipio de Atlatlahucan); cuya falta de agua es histórica al carecer de fuentes superficiales y subterráneas de agua. Ello ha llevado a la búsqueda de fuentes alternas de abastecimiento, como es la captación de agua de lluvia a nivel vivienda y comunitario. Sin embargo, la falta de organización y recursos económicos ha provocado el abandono de la infraestructura comunitaria, la cual, a través de los años, se ha deteriorado hasta tal punto que la población utiliza el agua sólo para fines agrícolas y agropecuarios, generando la dependencia por compra de agua en pipa con el impacto a la economía que esta situación provoca.
Para disminuir los riesgos a la salud por el uso de los sistemas comunitarios fue necesario aplicar medidas de control mediante operaciones realizadas en el sistema de abastecimiento de agua, que afectaban directamente la calidad del agua y que, en su conjunto, tenían que garantizar el cumplimiento sistemático de las metas de protección de la salud. Estas medidas se basan en el principio de la protección mediante barreras múltiples (OMS, 2006); es decir, evitar la contaminación del agua asegurando la protección de la fuente de origen, el tratamiento y hasta su llegada al consumidor. La protección de las fuentes es un importante elemento para garantizar la protección de la salud humana, la calidad ambiental y la racionalidad económica.
La prevención de la contaminación es preferible y más sostenible que el tratamiento. Para esto, se pueden aplicar medidas localizadas, como son: protección de los puntos de captación, protección de nacientes y protección de pozos. En el presente estudio, nos enfocamos a la protección del punto de captación y almacenamiento de la fuente de agua disponible, que es el agua de lluvia.
Por estas razones, entre las actividades prioritarias se encuentra la de recuperar la capacidad de almacenamiento de agua de lluvia y evitar su contaminación en las hoyas de geomembrana de polietileno de alta densidad (HPDE), cuya capacidad total es de 24,693 m3 y, de esta manera, disminuir el impacto negativo a la salud, en lo económico y lo social, por el incremento de la dotación de agua por habitante.
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