Por: Sandra Vázquez Villanueva, Maricarmen Espinosa Bouchot
La contaminación microbiológica es el factor de riesgo más crítico en la calidad del agua potable, con un alto potencial para la difusión de enfermedades de origen hídrico (OMS, 2008); por lo que proveer de agua potable segura, educación en higiene y la adecuada disposición de excretas, es indispensable para la salud. En lo que respecta al agua, la filtración es una de las tecnologías accesibles para el tratamiento domiciliario del agua y específicamente los filtros biológicos de arena han probado ser una opción para el tratamiento del agua en comunidades rurales que almacenan agua de lluvia ya que esta es su única fuente de abastecimiento (Duke et al, 2005).
En el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), se evaluó este tipo de filtro en condiciones de laboratorio utilizando agua sintética, obteniendo una remoción de 3 log de E. coli después de 60 días de estabilización del filtro, el 100% de remoción de turbiedad y 60% de color. A partir de estos resultados, se instaló un filtro en una vivienda de la localidad de Felipe Neri, municipio de Tlalnepantla para evaluar su desempeño en condiciones reales de operación; después del periodo de estabilización de 30 días, se alcanzó una remoción de xxx log de E. coli corroborando los resultados de laboratorio.
