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Ocho años de expedición científica para seguir el rastro del mercurio en los océanos

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mercurio-en-oceanosEn los últimos dos siglos ha aumentado un 10% la cantidad de este metal pesado, muy peligroso porque se incorpora a la cadena alimentaria.

En los albores de la revolución industrial, a finales del S.XVIII y principios del XIX, la chimeneas de todo lo que respiraba modernidad no dejaban de emitir humo. El progreso se cimentaba sobre el vapor que movía las locomotoras, las máquinas en las fábricas y los barcos que atravesaban los mares. El hombre saltó hacia la modernidad y consiguió el progreso que nos ha traído hasta nuestros días: el mayor avance en la historia del ser humano.

Pero ese avance trajo algunas consecuencias para la Tierra. Entre ellas que los niveles de mercurio en los océanos aumentaron un 10 por ciento desde la Revolución Industrial. Y que en las aguas poco profundas, inferiores a los 100 metros, se han triplicado.

El estudio «Inventario global del mercurio antropogénico en océanos según mediciones de columna de agua», llevado a cabo por Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), ha analizado los datos obtenidos por 12 barcos de muestreo durante los últimos ocho años. El objetivo del estudio es averiguar en qué proporción procedía de la mano del hombre.

Para ello los científicos recurrieron a los niveles de dióxido de carbono, un gas que generan «las mismas actividades humanas» que el mercurio pero que, a diferencia de éste, cuenta con bases de datos «amplísimas» y «fáciles de acceder» que describen su presencia en «todos los océanos» a «prácticamente cualquier profundidad».

De esta forma, los investigadores fueron capaces de generar un índice para la medición del mercurio derivado de las actividades humanas y concluyeron que el océano contiene «entre 60.000 y 80.000 toneladas» de mercurio contaminante, una cantidad que aumenta de forma «significativamente más rápida» en las zonas menos profundas.

El químico marino del WHOI y coordinador de la investigación, Carl Lamborg, ha destacado que gracias a este trabajo, la ciencia cuenta con una forma de separar la contribución humana de la natural al aumento del mercurio en océanos, algo «fundamental» a su juicio para «regular» las emisiones de mercurio en los alimentos y en el medio ambiente.

Dentro de los peces que viven en los océanos

«A la vista del aumento registrado recientemente, durante los próximos 50 años bien podría añadirse la misma cantidad que hemos detectado en los últimos 150. El problema es que no sabemos exactamente qué implicaciones puede tener esto para los peces, si es cierto que algunos podrían contener hasta tres veces más mercurio que hace 150 años o incluso más», ha explicado el investigador Carl Lamborg.

Otro estudio publicado en Oceanus Magazine revela que además este metal pesado se vuelve mucho más peligroso cuando pasa de las chimeneas de las fábricas a los peces.

No es la primera vez que se habla de los problemas que puede generar en la salud el consumo de pescado con niveles altos de mercurio. ABC.es ya publicó informaciones útiles como que los mejillones y el pez espada son las especies que acumulan más metales tóxicos.

También que el mercurio del pescado podría representar un factor de riesgo para el infarto o que la contaminación de peces del Pacífico con mercurio aumentará las próximas décadas.

 

Fuente: www.abc.es