Ante las limitaciones que presentan los satélites para suministrar imágenes de alta resolución, el uso de vehículos aéreos no tripulados (VANT), mejor conocidos como drones, pueden ser una alternativa viable de bajo costo para monitorear zonas agrícolas, ya que estos están equipados con sensores multifuncionales pequeños, complementados con sistemas de navegación autónoma, y pueden facilitar el monitoreo frecuente de parámetros y variables de interés de los cultivos. Asimismo, se ha reportado que el uso de sensores espectrales miniaturizados de bajo costo, montados en este tipo de vehículos, puede suministrar información similar a la obtenida mediante vehículos aéreos tripulados o satélites.
Es por ello que el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) adquirió un VANT para el monitoreo parcelario de zonas agrícolas. Previa capacitación en el uso y manejo de estos vehículos, se han desarrollado y validado dos metodologías que permiten mejorar los procesos de interés para la ingeniería de riego a fin de monitorear la irrigación a nivel parcelario, así como el estado de la infraestructura hidroagrícola.
El monitoreo de variables del sistema agua-suelo-planta-atmósfera, de interés para la gestión de las zonas agrícolas del país, consume tiempo y recursos económicos, instrumentales y humanos debido a la cantidad de datos que requieren. A esto se agrega la dificultad para tener acceso a ciertas zonas agrícolas, por lo que el monitoreo de variables de interés agrícola es a menudo deficiente, disperso y requiere de un tratamiento previo para revisar su calidad y realizar una interpolación espacial y temporal. Así pues, el uso de VANT o drones en la gestión del agua en zonas agrícolas incrementa la posibilidad de contar con imágenes parcelarias de alta resolución, lo que facilita la supervisión y monitoreo del servicio de riego y su aplicación parcelaria.
