La violencia contra la mujer constituye una grave violación de los derechos humanos fundamentales y una amenaza para millones de niñas y mujeres en todo el mundo. Al menos una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada, obligada a tener relaciones sexuales o víctima de otro tipo de maltrato a lo largo de su vida. Sociedades enteras se ven afectadas por la violencia, que puede ser física, sexual (acoso, coerción o discriminación) y psicológica (maltrato verbal o emocional, como el acoso o el ostracismo).
En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la UNESCO pone de relieve que el cambio climático y la escasez de los recursos son factores que alimentan la violencia contra la mujer en el hogar, en la calle y en los casos de desastres naturales provocados por el clima.
El cambio climático multiplica las amenazas, ya que puede acentuar los fenómenos de migración y desplazamiento de poblaciones y causar malas cosechas o inundaciones, ejerciendo una presión creciente en los hogares y los medios de subsistencia. Varios estudios indican que las mujeres son responsables del 65% de la producción alimentaria doméstica en Asia, del 75% en el África Subsahariana y del 45% en América Latina. Con frecuencia, los papeles desempeñados tradicionalmente por las mujeres son los que las exponen en mayor medida a los riesgos vinculados a las consecuencias del cambio climático, haciéndolas vulnerables a la violencia mientras caminan decenas de kilómetros cada día para obtener alimentos, agua y leña o cuando se encuentran desplazadas o en situación de pobreza después de un desastre. La pérdida de los medios de subsistencia y la pobreza también pueden agravar la violencia en el hogar debido a las presiones económicas y hacer perdurar prácticas como la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
La UNESCO trabaja en todos los ámbitos para fortalecer la resiliencia frente al cambio climático, integrando las cuestiones de género en todas sus actividades. A través de asociaciones e iniciativas, la UNESCO promueve la idea de que las mujeres y las niñas son fundamentales en la lucha contra el cambio climático, particularmente en lo que respecta a la gestión del agua y a la preparación para casos de desastre.
Sabemos que las emisiones de gases de efecto invernadero están afectando al planeta. Del mismo modo, debemos reconocer que el cambio climático está repercutiendo en la vida de las niñas y mujeres de todo el mundo. Mientras somos testigos de la entrada en vigor del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y nos preparamos para que la COP 22, celebrada en Marrakech, sea todo un éxito, no debemos olvidar a la mitad de nuestra población ni el inmenso potencial que esta representa. Las mujeres deben ocupar un lugar central en todas las soluciones para hacer frente al cambio climático.
Irina Bokova
Fuente: http://unesdoc.unesco.org/images/0024/002465/246539S.pdf
