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Ajolote y humedales de Xochimilco, en peligro de extinción

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xochimilcoCiudad de México. Los humedales de Xochimilco, considerados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, y su especie emblemática, el ajolote, podrían desaparecer de continuar las tendencias actuales de urbanización y contaminación.

Según un censo realizado por el Instituto de Biología (IB) de la UNAM, en 2004 había mil axolotes por kilómetro cuadrado; en 2008 el número bajó a 100, y en 2014 había sólo 36. Se trata de cifras alarmantes rumbo a la extinción de ese anfibio, que fue considerado entre nuestros ancestros “hermano gemelo de Quetzalcóatl”, y que hoy es una especie bandera prioritaria en la investigación nacional y mundial de regeneración de tejidos y conservación de hábitats, refirieron investigadores de la entidad universitaria.

Con base en un análisis de viabilidad poblacional realizado por los expertos hace alrededor de una década, se determinó que Ambystoma mexicanum se podría extinguir en 20 años si no se hacía nada. Es decir, a partir de ahora quedarían entre 10 y 15 años de vida silvestre para esos animales.

Pero los problemas de calidad del agua, la presencia de especies exóticas y la urbanización afectan no solo a estos anfibios, sino a toda la zona, afirmó este viernes Luis Zambrano, del IB. De continuar la tendencia de crecimiento de la mancha urbana de los últimos 30 años, para 2050 el Xochimilco que conocemos no existirá más.

Por ello, la Universidad Nacional, a través del Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología, emprendió un programa para evitar la extinción de los axolotes (capaces de regenerar casi cualquier parte de su cuerpo, como órganos y extremidades) en vida silvestre y, al mismo tiempo, rescatar los humedales.

Luego de años de trabajo para determinar y evaluar los problemas de la especie y de la zona, se planteó el proyecto Refugio Chinampa, basado en la simbiosis entre la producción chinampera tradicional y las especies nativas, como acociles y charales.

Consiste en restaurar los canales, en colaboración con alrededor de 20 chinamperos de la zona, mediante la colocación de barreras que no sólo evitan la entrada de especies exóticas como carpas y tilapias, sino que mejoran la calidad del agua. Además, los productores evitan el uso de fertilizantes y pesticidas. Zambrano señaló que se ha tenido un éxito muy grande, con axolotes que se están reproduciendo.

Fuente: La Jornada