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La agenda de desarrollo sostenible necesita un impulso urgente para alcanzar sus objetivos

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agendadesarrollosostenibleLa población mundial, en general, vive mejor que hace una década, pero los avances para garantizar que los beneficios del desarrollo tan básicos como la seguridad alimentaria alcancen a todos los seres humanos del planeta en 2030 no son lo suficientemente rápidos y requieren un impulso urgente.

A tres años de la implementación de la Agenda 2030, los adelantos hacia la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible no solo no mantienen el ritmo que haría falta para cumplir con ellos, sino que registran un retroceso en el que se refiere a erradicar el hambre, reveló una evaluación de esos progresos divulgada este miércoles.

Según ese estudio, los principales retos para alcanzar las metas fijadas para 2030 son la persistencia del hambre y la pobreza, la rapidez del cambio climático, la desigualdad, los conflictos y la urbanización acelerada.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales, Liu Zhenmin, subrayó la importancia de hacer frente a estos obstáculos con una visión holística.

“La transición hacia unas sociedades más sostenibles y resilientes también precisa de un enfoque integral que reconozca que esos desafíos y sus soluciones están interrelacionados”, apuntó.

Aumenta el hambre
El informe, elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA), encontró que de 2015 a 2016 aumentó en 38 millones el número de personas que sufren hambre, para sumar un total de 815 millones. El incremento, el primero en más de una década, se debió en gran parte a los conflictos en 18 países y a una devastadora temporada de huracanes en el Atlántico Norte que causó pérdidas de más de 300.000 millones de dólares.

En cuanto a la pobreza extrema, el estudio señala que ha disminuido considerablemente desde 1990; aunque sigue presente en sus peores formas en ciertos puntos de la Tierra y todavía en 2013, el 11% de la población mundial, o 783 millones de personas, vivían por debajo del umbral de pobreza.

Erradicar ese flagelo requiere de sistemas de protección social que salvaguarden a todos los individuos, que se reduzca la vulnerabilidad a los desastres y que se atienda a las zonas más atrasadas en cada país.

En 2015, unos 2300 millones de personas carecían de servicios básicos de saneamiento 892 millones defecaban al aire libre.

En 2016, los casos de malaria llegaron a 216 millones, un aumento con respecto a los 210 millones registrados en 2013.

Ese mismo año, casi 4000 millones de personas quedaron fuera de los sistemas de protección social.

Avances
La evaluación es positiva en algunos aspectos. Por ejemplo, halló que la mortalidad entre los niños menores de cinco años cayó casi 50% en los países menos desarrollados.

El matrimonio infantil ha disminuido y el riesgo de que una niña del sureste asiático se case bajó más de 40% entre 2000 y 2017.

Además, la proporción de la población con acceso a la electricidad se duplicó entre 2000 y 2016.

Fuente: Noticias ONU