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Introducción

El régimen de concesiones establecido en la Ley de Aguas Nacionales ha propiciado el acaparamiento y concentración del agua por ciertos sectores. Este régimen está fundamentado en definiciones de usos del agua que dan un trato por igual a los grandes concesionarios respecto a los pequeños e invisibiliza ciertos usos muy relevantes en relación con su producción espacial, por ejemplo, la hidroelectricidad. Además, genera prácticas como la transferencia de derechos entre usuarios, dando cabida a constantes irregularidades, por lo que todo lo anterior ha generado desigualdad en el acceso y distribución del agua en el país.

Es de observarse, que el sistema concesional del agua opera en la falta de generación de conocimiento suficiente para contar con la información respectiva a las variables de disponibilidad del agua, por lo que los cálculos para entregar concesiones son cuestionados, así su vigencia y localización, puesto que varias se encuentran en acuíferos denominados sobreexplotados, dinámica que impide la recuperación sustentable del agua.

Es importante tener en cuenta que el tema abarca también las concesiones sobre las zonas federales y de las mismas infraestructuras, lo cual es pocas veces señalado cuando existen importantes implicaciones políticas, económicas e institucionales.

Hasta ahora la falta del ejercicio del derecho al acceso a la información sobre las concesiones es uno de los impedimentos sistemáticos para la exigibilidad de derechos por parte de pueblos y comunidades indígenas, poblaciones locales y campesinas que ante el otorgamiento de éstas en territorios que les comprenden, permanecen en la incertidumbre de las afectaciones que podrían conllevarles.

El sistema de concesiones del agua en México ha sido una de las polémicas más relevantes para los actores en torno a la discusión de la Ley General de Aguas, donde se encuentran aquellos que consideran que es suficiente con una reforma y otros que debe transformarse profundamente o incluso transitar hacia otro sistema.

Analizar en dónde, cuántas concesiones y de qué volúmenes se han otorgado y a quiénes, es de interés de varios de los actores desde los diferentes ámbitos. Al tomar en cuenta todo lo antes expuesto, la Semana de la Transparencia Hídrica propone partir del marco conceptual de la Transparencia y problematizar en torno al sistema de concesiones del agua en México como tema transversal a otras problemáticas clave tales como: los usos del agua por la industria, la minería, las infraestructuras, el derecho al territorio de pueblos y comunidades indígenas, asimismo respecto a los derechos humanos al agua y al saneamiento.

Por lo tanto, las actividades de cada día proponen una presentación especializada y la presentación de casos en voz de los actores con el fin de discutir desde una visión crítica, tan necesaria para reconocer las brechas y aportar en el fortalecimiento institucional.

La semana de la Transparencia Hídrica pretende aportar a la mejora de la gestión del agua en el acercamiento entre actores e instituciones. Por lo que convocamos del 26 al 30 de octubre de 2020 a contribuir a la discusión en un ambiente democrático.

Objetivo general:

• Promover el acceso a la información, transparencia y rendición de cuentas en materia de agua y saneamiento.

Objetivos particulares:

• Generar un espacio de intercambio y discusión entre diversos actores de la sociedad (academia, periodistas, organizaciones civiles, colectivos) en torno a los temas propuestos.
• Propiciar la articulación entre actores para la colaboración conjunta en propuestas futuras que fortalezcan el marco institucional.

Programa