El recurso hídrico es quizá uno de los recursos naturales más amenazados a nivel mundial y los países toman cada vez mayor conciencia respecto al rol que esto implica en sus posibilidades de desarrollo productivo y social.
El recurso hídrico es quizá uno de los recursos naturales más amenazados a nivel mundial y los países toman cada vez mayor conciencia respecto al rol que esto implica en sus posibilidades de desarrollo productivo y social.
El agua y la energía, tanto como sectores independientes como a través de sus vínculos inextricables, son factores clave del crecimiento económico y el desarrollo social. Juntos, el agua y la energía pueden promover sociedades estables y realizar los derechos humanos básicos. Sin embargo, se requieren avances significativos en las políticas, la investigación y la práctica para obtener los beneficios de este nexo.
En 2014, más de la mitad de los 226 desastres naturales del mundo se produjo en la región de Asia y el Pacífico, afectando aproximadamente a 79,6 millones de personas.
El nuevo informe "El agua en el mundo que queremos", elaborado por el Instituto de la Universidad de las Naciones Unidas para el agua, el medio ambiente y la salud (UNU-INWEH), en colaboración con la Asociación Mundial para el Agua y la Universidad McMaster de Canadá, advierte que, a falta de importantes nuevas inversiones relacionadas con el agua, muchas sociedades en todo el mundo pronto enfrentarán el aumento de conflictos por el recurso más esencial de la vida.
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