Nos encontramos ante una disyuntiva crítica que como sociedad necesitamos resolver. Algunos pensadores señalan que es necesario repensar cómo accedemos al progreso, pues los cambios repentinos detonados por el acelerado desarrollo económico global han impuesto una fuerte presión sobre nuestro planeta, lo cual ha resultado en desequilibrios del ciclo hidrológico global, que hoy se manifiestan en eventos extremos, como sequías e inundaciones, pero más importante es la propagación espacial de un virus que pone en riesgo el aseguramiento de la salud y prosperidad de todas las naciones.