En los próximos años, muchas de las concesiones de aprovechamientos hidroeléctricos que se otorgaron hace casi un siglo llegarán a su fin, justo en pleno proceso de cambio en el modelo de generación. Su futuro y cómo deberán ser los nuevos gestores de las centrales queda reflejado en el borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que quiere aprobar el gobierno y llevar al Congreso el próximo mes de marzo.
Dice el artículo 7 del borrador del anteproyecto de la Ley que las nuevas concesiones que se otorguen para el «aprovechamiento del dominio público hidráulico no fluyente para la generación de energía eléctrica» tendrá como prioridad «el apoyo a la integración de las tecnologías renovables no gestionables en el sistema eléctrico», promoviendo, en particular, las centrales hidroeléctricas reversibles.