Nuevos datos ponen de relieve el impacto oculto del cambio climático y la irregularidad de las lluvias.
CIUDAD DE WASHINGTON, Las sequías recurrentes en todo el mundo tienen consecuencias alarmantemente graves y a menudo ocultas, ya que destruyen cantidades de productos agrícolas que podrían alimentar a 81 millones de personas diariamente durante todo un año, dañan los bosques y amenazan con dejar atrapadas en la pobreza a generaciones de niños, según un nuevo informe del Grupo Banco Mundial.