María Elena Rivero Bustos
En el año 2000 se reconocía una alta presión en el 30% de las cuencas. Hoy en día, el 55% de éstas registra presiones severas de tipo hídrico, como consecuencia de inadecuadas políticas ambientales que han sido impulsadas. El principal problema es la baja disponibilidad del agua y de sus reservas.
Muchos cuerpos están en proceso de agotamiento por la expansión urbana y las actividades agrícolas. A esto se suma la contaminación provocada por las actividades humanas, que también ha deteriorado significativamente la calidad y disponibilidad del líquido. El cambio climático también ha coadyuvado a la baja disponibilidad del agua en las cuencas hidrográficas, toda vez que el incremento de la temperatura del planeta está exacerbando la evaporización del líquido.
El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), a través de la Subcoordinación de Tecnología Apropiada e Industrial, con el apoyo de la Fundación Gonzalo Río Arronte y en colaboración de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), con alto compromiso social plantearon resolver esta situación en la cuenca del lago de Pátzcuaro presentada desde hacía cerca de cincuenta años.
Para el año 2003 se transfirió a los habitantes ribereños un paquete de ocho tecnologías apropiadas: cisterna, captación de agua de lluvia, sanitario ecológico, lavadero ecológico, huerto familiar, tanque de riego, bicibomba y caja de desinfección solar. Dicho paquete ofreció proporcionar a las viviendas rurales el abastecimiento de agua y saneamiento por medio de sistemas de captación y almacenamiento de agua de lluvia, el tratamiento y reúso de agua gris y negra, el aprovechamiento de agua gris tratada en pequeñas áreas de cultivo de traspatio para autoconsumo, así como la desinfección de agua a través del aprovechamiento de la radiación solar.
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